Liberación: las causas
Una de las principales razones de todo nuestro malestar es, la mala utilización de la energía. No es que esta nos falte, sino que la energía psíquica necesaria para generar cosas positivas está capturada por elementos o estructuras que son totalmente negativos, pero además, inconscientes; es decir, que no tenemos acceso directo a ellos.
La cuestión central, entonces, es como la utilizamos. ¿La usamos en cosas productivas’? Pensar cosas nuevas, sentir, amar, trabajar, aprender, compartir, etc. ¿O la desperdiciamos alimentando aspectos negativos? Vivir en el pasado, por ejemplo, o alimentar rencores o ser prisioneros de traumas, miedos perpetuos, etc.
Para poner un ejemplo sencillo: nuestra mente es como una casa y la energía psíquica, la electricidad. Las únicas habitaciones iluminadas serán aquellas en las que hayamos decidido poner en marcha esa energía. Por lo tanto, la única forma de iluminar nuestras habitaciones oscuras es tomar la decisión de dirigir esa energía hacia allí.
En cualquier caso, debemos recordar que, a veces, son las enfermedades físicas las causantes de ciertos síntomas mentales (ansiedad, depresión, cansancio), por lo que siempre se debe acudir al médico primero para descartar algún problema orgánico.
Es muy importante tener siempre en cuenta que el sufrimiento humano está causado por el mal uso de la energía psíquica. Hay estructuras inconscientes que nos impiden utilizarlas de forma útil. El paso necesario es liberarla para poder redirigirla positivamente en tareas productivas para tu presente y futuro. Con ese fin podrás aplicar una serie de ejercicios con diversas técnicas psicológicas.
